Me encanta desayunar y lo sabéis, básicamente porque no paro de hacer fotos a mis desayunos. Pero es que además el postureo en los desayunos está alcanzando cotas máximas de creatividad.
La gente es (somos) requetechorras y no paro de ver (y publicar, ejem) desayunos monísimos. Con frutos rojos, que aquí no se han comido en la vida (quitando cuando ibas a coger moras en el pueblo) pero ahora están de moda. Con semillas de chia, que son carérrimas. Con pancakes con sirope de no sé qué, de esas que siempre han salido en las pelis americanas pero que aquí no habíamos probado nunca. Con tés de marca Yogi que vienen con mensajito. Con mesas de madera rústicas (o, en su defecto, salvamanteles de cinco euros de Ikea...) y con zumos en botes de cristal (que no vasos) con pajitas rayadas de estilo americano de los cincuenta (frente a esas otras pajitas de cocacola de estilo español de los ochenta, que tienen diferentes rayas y ningún glamour jaja). Todo esto acompañado de unas fotografías maravillosas, encuadres y filtros que quitan la respiración.
La gente es (somos) requetechorras y no paro de ver (y publicar, ejem) desayunos monísimos. Con frutos rojos, que aquí no se han comido en la vida (quitando cuando ibas a coger moras en el pueblo) pero ahora están de moda. Con semillas de chia, que son carérrimas. Con pancakes con sirope de no sé qué, de esas que siempre han salido en las pelis americanas pero que aquí no habíamos probado nunca. Con tés de marca Yogi que vienen con mensajito. Con mesas de madera rústicas (o, en su defecto, salvamanteles de cinco euros de Ikea...) y con zumos en botes de cristal (que no vasos) con pajitas rayadas de estilo americano de los cincuenta (frente a esas otras pajitas de cocacola de estilo español de los ochenta, que tienen diferentes rayas y ningún glamour jaja). Todo esto acompañado de unas fotografías maravillosas, encuadres y filtros que quitan la respiración.
Y qué queréis que os diga, no me creo que no haya nadie que sepa lo que es el brillo y contraste y aun así coma naranjas en lugar de blueberries (que, por cierto, no sé ni cómo se llaman en español si no lo pienso.) ¿Tortitas? What the fudge! (Si vamos a volvernos anglosajones, hagámoslo en todo... :P)
Me muero de ganas por ver buenas fotos de gente desayunando café con leche y pan con tomate, o con mantequilla, o con jamón, o con fruta que no sea súper exótica, o madalenas del horno del pueblo o galletas María... ¿os imagináis el glamour que daría a una superbloguera salir desayunando churros?
Y que conste que no me meto con nadie, es una autocrítica, que para postureadora yo. :D
